Los días en esta ciudad son mas largos y tediosos, pensé antes de bajar del colectivo. Una gran carga colgaba en mis espaldas, y no era mi mochila harapienta.
Ante la puerta de la estación, un sudor frío recorrió mis sienes.
-El encuentro suele ser doloroso. Hay más preguntas que respuestas o la misma respuesta para todas las preguntas, un sonido que revela el desinteres y desagrado. -
Finalmente, respuestas onomatopeyicas  me dejaron sin voz y volví a casa...

Shine

No sentí la necesidad de probarle algo a alguien... hasta ahora, que pudiendo tenerte no te tengo..
Y el tiempo vivido es, ahora, perdido.
No estaba preparada para tu llegada.
Horas malgastadas en odio y rebeldía hacia los menos importantes.
Daño, desprecio y desagrado... es por eso que no te agrado?
Mucha fe invertida en los que habían pensando que nunca llegarías..  El pensamiento como a ellos, me pertenecía.  Y el pecado me incluye.
Encontrándome agotada y vencida, iIiluminas, sin pedir nada a  cambio, mi senda. Generoso, que a una resignada, revitalizas. No soy merecedora, por dejar de creer.
Empiezan a moverse los engranajes, como si fueras una fuente de infinita energía , haces que el tiempo vuelva a correr.. una vez más para mí.
Me haces confiar en que no voy a volver a destruir aquello que tanto tiempo llevó moldear y en un segundo de debilidad suelo desmembrar. Añicos de mi ideal, en arrebatos perecía.
Confío en que no llegará jamás el día en que vuelva a sembrar de astillas lo que logró en su apogeo tu gloria.

-Aclaración: no creo en Dios. Y sí, a mi también me sonó muy cristiano.-

Brazos, besos, piel... el típico poema.
La diferencia está en vos. Tu cuello, tu aroma, tus sueños aquellos que me hacen dejar de querer ser mí misma. que me llevan a avergonzarme de mi existencia plena.
Tal vez no sea suficiente, tal vez nadie lo sea para ti. Tal vez te esté idealizando, sí, porqué no?.
Quizás sea lo que necesito un hombre ideal. La perfección para mi desorden.
Y.... quizás saber que existes me estremezca.
 Temo que alguien así me haga perder lo que me queda de lo que me quedó, como ya pasó, como no quiero que vuelva a suceder. O tal vez si quiera... Tal vez me puedas convencer. Quizás puedas hacerlo diferente, real. Tal vez no dejes engañarme a mí misma.
Espero que esta vez sea diferente, que esta vez me corresponda, que esta vez sea la primera.
Única entre las veces.

STOP IT

Sintiéndome un poco minúscula, pasan los días sobre mí. Me atropellan. Una tormenta de arena, de apoco me desgasta.
Empezando a pensar que necesito mis problemas, mis vicios, mis manías y que estos me definen y me nombran. Sin ellos no soy nada.
Estorba en mi mente ese silencio, esa espera. Exige un movimiento que no estoy preparada a hacer.
Es un juego que nunca me enseñaron a jugar. Un juego que mire por mucho tiempo, pero que me es totalmente ajeno. Me aleja de ellos. Me dista, por kilómetros infinitos. Despistada, no reconozco los pasos. Desorientada. Mis huellas se pisan entre ellas.. Empiezo a designarle nombre a cada grano de arena conocido. Los memorizo. No me son ajenos. Perdida en el desierto, deseando que me traguen arenas movedizas. Que un escorpión calme esta inquietud.