4 jun 2012

Secuelas

En mi memoria hay llagas que dejaron huellas en mi destino.
Inescrupulosas pisadas, de pútrida sangre,
Avejentaron mis huesos haciendo más arduo mi camino.
Mi libreta, apenas escrita, caza palabras con bestial hambre
Y el lento caminar hace más difícil que corra la sangre.
Por las antiguas pisadas con poca agudeza adivino
que no es mi futuro promisorio, ni elevado, ni divino.

He esquivado las quimeras con grandeza en el pasado
Pero creyéndome grandiosa en la mediocridad he encallado,
Pasé, creía yo, por las más terribles situaciones
Pero lo que no sabía, era, que me alimentaban ,como maldiciones.
Así de la desgracia comí, viví y me eduqué.
Y al dejarla, sufrí como nunca, más que ahora, busqué.
Graciosas son las enseñanzas que nos presenta el pasado
Aunque, inútiles y soberbias, no nos llevan a ningún lado.
Se anclan a nuestra espina con el peso de mil barcos
Y tristemente nos hunden en los más túrbidos charcos.

Nunca hubiese, yo, antes pensado,
Lo que el futuro, me tenía, secretamente, reservado.
Y que el olvido podría haberme, justamente a mí,  salvado,
Del ego que te devora y escupe, de lo dado y lo arrebatado,
de las trampas de la ilusión, de la oscuridad de la proyección.
Fui criada en ostentación y dibujada en especulación,
y como si el diablo tuviese prisa, destiñó, en un parpadeo, mi mediocre y estúpida sonrisa.