27 abr 2011

Una canción de cuna

Allí dormía, la fiera,en sus caóticas profundidades. Reposaba junto al ojo, al ojo que todo lo esconde. Esconde y atrapa en su piel lo que sus labios no manifiestan. El cuerpo destruido, mutilado, por aquellas garras inaudibles. Es mal visto aquello que la mente misteriosa oculta con recelo, con el poder de mil gritos de ira y guerra

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